Jardines Japoneses en Chile:
Relatos de paisajes interculturales
(c.1960 en adelante)
¿Por qué existen jardines japoneses en Chile?
Por otra parte, tenemos jardines que fueron donados a la comunidad por empresas mineras y madereras, como el Parque Japonés de Antofagasta y Constitución, y el jardín Kokoro No Niwa de La Serena.
En el ámbito privado destaca, por su parte, la figura del paisajista chileno-japonés Luis Nakagawa Owada (1935-1977), figura clave en el desarrollo de jardines de estilo japonés en el sector oriente de Santiago, persistiendo su legado en ejemplos notables, como los del jardín del Museo de la Moda en Vitacura y del Colegio San Ignacio en Providencia.
Les invitamos entonces a conocer algunos de los contextos sociales, culturales y políticos que dieron forma al proceso de diseño y producción de los jardines japoneses en Chile y a interpretar su significado, uso y representación como expresiones culturales compartidas.
Esta pregunta guió la investigación documental y el estudio de campo para interpretar la idea de jardín japonés como un lugar dotado de significados y referencias a partir de la construcción de un paisaje que relata una negociación entre lo que se entiende por Japón y lo japonés.
A lo largo de Chile existen al menos cinco jardines japoneses públicos, cuyo origen es dual.
Por una parte se encuentran aquellos que se materializan como un regalo del gobierno nipón en agradecimiento al país por dar la bienvenida a su comunidad después de la Segunda Guerra Mundial; es el caso de los jardines japoneses de los cerros Santa Lucía y San Cristóbal en Santiago.
Kokoro No Niwa (Jardín del Corazón) · La Serena, 1994